La reciente solicitud de la alcaldesa Daniella Levine Cava para aprobar fondos adicionales destinados al megaevento reavivó controversias sobre los costos y beneficios de ser una de las sedes mundialistas, en un contexto de ajustes presupuestarios y prioridades contrapuestas.
Sede mundialista
Para conocer mejor el asunto, un repaso nos muestra que Miami-Dade fue seleccionada oficialmente en 2022 como una de las ciudades anfitrionas de Estados Unidos para la Copa, tras un competitivo proceso de selección entre 16 ciudades estadounidenses que presentaron sus candidaturas.
Este nombramiento posiciona al condado como partícipe del primer Mundial organizado conjuntamente por tres países: Estados Unidos, Canadá y México, un atractivo adicional para los amantes del balompié en Norteamérica y los miles de visitantes de diferentes nacionalidades que se disponen a viajar para ser parte de la celebración deportiva.
El Hard Rock Stadium, ubicado en Miami Gardens, localidad de Miami-Dade, será el epicentro de la actividad mundialista en el sur de la Florida.
Durante el torneo, el recinto será renombrado como ‘Miami Stadium’, siguiendo las regulaciones de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) que requiere el uso de ‘nombres neutrales’ en el marco de sus competiciones para evitar conflictos con patrocinadores oficiales.
La instalación deportiva, hogar habitual de los Miami Dolphins de la NFL y los Miami Hurricanes del fútbol americano universitario, albergará siete partidos distribuidos a lo largo de cinco semanas.
La programación específica incluye cuatro encuentros de fase de grupos que se disputarán los días 15, 21, 24 y 27 de junio de 2026. Posteriormente, el estadio será escenario de un partido de octavos de final el 3 de julio, un encuentro de cuartos de final el 11 de julio, y culminará su participación con el partido por el tercer puesto el 18 de julio.
Esta distribución de encuentros refleja la confianza de la FIFA en las capacidades organizativas de Miami-Dade, pero todo tiene un costo financiero elevado.
Compromiso y controversia
Si bien todo luce óptimo de cara a la cita mundialista, el aspecto financiero continúa generando controversia en la política de Miami-Dade. Inicialmente, el gobierno condal había destinado 25 millones de dólares para cubrir servicios esenciales como seguridad policial y bomberos, además de un subsidio inicial en efectivo de 10.5 millones de dólares.
Sin embargo, una reciente solicitud de fondos adicionales marca un punto de inflexión en el debate. La Comisión de Miami-Dade avanzó en la asignación de recursos con la aprobación inicial de 10.5 millones de dólares adicionales destinados al megaevento. Esta votación preliminar resultó en nueve votos a favor y tres en contra, iniciando un proceso que incluye revisión en comité y votación definitiva.
De aprobarse finalmente, el apoyo económico total del Condado ascendería a 46 millones de dólares, lo que supone un aumento considerable respecto a los compromisos originales. No obstante, hay quienes aseguran que el monto total comprometido alcanzaría los 49 millones de dólares, si se tiene en cuenta tanto el dinero en efectivo como los servicios que el Condado proporcionará en especie.
Defensa de la alcaldesa
En un memorando enviado a la Junta de Comisionados condal, al que tuvo acceso DIARIO LAS AMÉRICAS, la alcaldesa Daniella Levine Cava aseguró que el torneo internacional podría generar entre 920 millones y 1.3 mil millones de dólares en impacto económico para Miami-Dade.
Según las cifras de su oficina, se prevé que entre 600.000 y un millón de visitantes lleguen a Miami-Dade, lo que lo convertiría en el evento más grande en la historia de la región.
“Esta afluencia de turistas generará ingresos significativos para la comunidad a medida que los visitantes gasten en hoteles, restaurantes, tiendas y otros negocios”, afirmó.
Además, estima la alcaldesa, la Copa Mundial “generará o sostendrá” hasta 9.100 empleos y aportará entre 300 y 400 millones de dólares en salarios adicionales para los residentes, en una temporada típicamente baja para el sector económico local, según la edil.
Levine Cava hizo énfasis en que las inversiones públicas y privadas se canalizarán a través del Comité Anfitrión de Miami, una entidad independiente del gobierno y no afiliada a la FIFA, conformada por líderes empresariales y comunitarios locales.
La alcaldesa subrayó que este evento no solo ofrecerá beneficios inmediatos, sino también un legado duradero, al posicionar a Miami-Dade como un destino atractivo para futuros eventos internacionales.
Posiciones enfrentadas
Aun así, el debate ha polarizado posiciones entre los comisionados del Condado. El legislador Oliver Gilbert, quien representa al distrito donde se encuentra el Hard Rock Stadium, se perfila como el principal impulsor de la legislación tanto respecto al aporte inicial como para el adicional.
Los argumentos de Gilbert se centran en el valor del Mundial como catalizador económico y proyección internacional. La postura del representante del Distrito 1 de Miami-Dade se asemeja a la asumida por Levine Cava.
Pero hay comisionados que difieren de ese pensamiento. Es el caso de René García, quien en declaraciones a DIARIO LAS AMÉRICAS manifestó su escepticismo y consideró “muy difícil” apoyar la nueva solicitud de fondos públicos.
García recordó que la petición original ascendía a 20 millones de dólares, pero la Comisión la redujo a 10 millones. “Yo pensaba que con esos 10 millones era suficiente, pero ahora la alcaldesa está regresando para pedir otros 10.5 millones”, explicó.
Aunque se mostró “dispuesto a escuchar el debate” en la Comisión para entender las razones detrás de esta nueva petición, García adelantó sus reservas.
“Para mí es muy difícil entender la razón por la cual vamos a darles otros 10.5 millones de dólares cuando sabemos que el presupuesto del Condado para el próximo año va a ser menor”, argumentó.
El comisionado calificó como una potencial “falta de respeto” pedir un esfuerzo adicional a los contribuyentes para el evento deportivo, mientras el propio Condado podría enfrentar restricciones presupuestarias.
Si bien García reconoció los beneficios económicos y turísticos que traerá el Mundial, el legislador insistió en que la inversión pública inicial ya se realizó y cuestionó por qué no se recurre más al sector privado que también se beneficiará ampliamente.
Otros críticos, como el presidente del Congreso de Florida, el representante estatal Daniel ‘Danny’ Perez, habían cuestionado previamente la magnitud del subsidio.
Los opositores argumentan que la FIFA, una organización con sólidas finanzas que en 2022 reportó ingresos superiores a 5.8 mil millones de dólares y reservas de efectivo por más de 3.9 mil millones, no necesitaría este apoyo económico adicional.
En este contexto, la comisionada Eileen Higgins dijo a nuestro rotativo que la inversión complementaria es necesaria y que no se compara con los “grandes beneficios que tendrá el condado por toda la gente que tendremos aquí esos días”.
A juicio de la legisladora y actual candidata a la alcaldía de Miami, “la Copa es una oportunidad que tiene Miami-Dade para ser la estrella de esta competición”, y sumó: “vale la pena hacer estas inversiones”.
Contexto presupuestario
La solicitud de fondos adicionales para el Mundial se enmarca en un panorama presupuestario más amplio en Miami-Dade. La alcaldesa Levine Cava presentó recientemente una propuesta de ajustes presupuestarios por 137.25 millones de dólares para el año fiscal 2024-25, con el objetivo de “garantizar la prestación eficiente de servicios esenciales sin aumentar los costos para los residentes”.
Entre los ajustes propuestos destaca un incremento de 14.44 millones de dólares al Fondo General, que financia servicios como seguridad pública, transporte y programas sociales.
De esta cantidad, 6.99 millones se destinarían a programas comunitarios, 3.49 millones se transferirían al Departamento de Vivienda Pública y Desarrollo Comunitario, y el saldo restante iría al Fondo de Reservas para Servicios Futuros.
De tal manera, la propuesta de aumentar hasta 21 millones los fondos para la Copa Mundial FIFA 2026 agudiza las tensiones sobre las prioridades presupuestarias del Condado.
Impacto económico
Como hemos visto, los defensores del aporte económico adicional argumentan que la cita mundialista representa una inversión estratégica para el sector turístico, con un impacto económico potencialmente equiparable a siete Super Bowls, según algunos analistas.
La magnitud de esta inversión total superaría considerablemente los 10 millones que se destinaron para el Super Bowl en 2020, marcando un precedente en el financiamiento de eventos deportivos en el sur floridano.
El reconocimiento oficial de la importancia del evento llegó el 7 de marzo, cuando el presidente Donald Trump firmó una Orden Ejecutiva que creó el Grupo de Trabajo de la Casa Blanca para la Copa Mundial, con sede en el Departamento de Seguridad Nacional.
Esta acción federal subrayaría el compromiso nacional con el éxito del torneo.
Desafíos y oportunidades
En medio de la controversia, los aspectos relacionados con la seguridad han cobrado relevancia tras los incidentes ocurridos durante la final de la Copa América 2024 en el mismo estadio en Miami Gardens.
Más de una docena de aficionados fueron arrestados cuando intentaron ingresar sin entradas, situación que generó escenas caóticas en el futuro recinto mundialista. Este episodio ha llevado al Condado a anunciar que revisará los protocolos de seguridad de cara al Mundial 2026.
De cualquier modo, el entusiasmo por la Copa Mundial ya se refleja en el mercado de entradas, en el que los precios para el partido de octavos de final del 3 de julio en el futuro ‘Miami Stadium’ comienzan en 1.299 dólares.
Como expresó la alcaldesa Levine Cava cuando se anunció la designación: “Miami-Dade es la comunidad ideal para albergar la Copa del Mundo 2026”.
Y no dudó al decir que “nuestros residentes provienen de todos los rincones del mundo, creando un área metropolitana vibrante sin igual en los Estados Unidos. El fútbol corre por las venas de nuestro condado”.
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